Solo le quedan siete semanas de vida y su prioridad es seguir entrenando junto a su equipo. Es el caso de Robert Müller, el portero de la selección de Alemania de Hockey sobre hielo. Lo que le aleja de las pistas de hielo es un tumor que tiene en el cerebro que no ha conseguido superar tras una operación quirúrgica. El portero que tiene 28 años lleva luchando contra esta enfermedad desde 2006 cuando los médicos se la diagnosticaron tras sufrir unos mareos. Tras varias fallicidas operaciones, los médicos se dieron por vencidos y le comunicaron que solo le queban siete semanas de vida. Sin embargo sigue entrenando a diario y su objetivo es disputar el arraque del campeonato alemán con su equipo, el Kölner Haie.
Sus ganas de vivir tambien se demostraron porque los médicos aseguraron que Müller superó la media de supervivencia en este tipo de rumores. "La mayoría de los pacientes no llega a vivir un año y sólo 3% resiste cinco años", explicó su médico. El deportista, casado y padre de dos hijos, quiere volver al campo. "No tengo dolores y me siento bien y sencillamente tengo que vivir con el tumor. Nunca va a desaparecer del todo. Sólo me resta ser positivo; cualquier otra cosa no cambiaría la situación. Y quiero que se me trate como a cualquier otro, no necesito compasión", declaro el jugador.
Desde aquí le quiere mandar mi ánimo a este campeón que en vez de quejarse o atacar a todo el cuerpo médico por no hacer nada, se va a dedicar a hacer feliz en los pocos días que le quedan de vida. No mucha gente afronta esta situación tan bien y con tanto optismo. Su familia, amigos y gente que le quiera deberían estar orgullosos de tener una persona como esta a su lado.
¡Ánimo Müller!
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